Tras el desastroso 2015 muchos nos preguntamos si en 2016 volveremos a asistir a otra travesía por el desierto de McLaren. Todos sabíamos, a pesar de mantener un pequeño rincón para la esperanza, que los de Woking se enfrentaban a un año de test sobre la pista, a la vista de todos. Los problemas de juventud de la unidad de potencia de Honda se manifestaron muy pronto y de forma muy consistente. La mínima capacidad de maniobra que deja la actual normativa hizo que el equipo se centrará en destapar todos los errores, a sabiendas de la mala imagen que iba a dar que sus coches se quedaran tirados cada dos por tres, que su rendimiento fuera paupérrimo y sus resultados insuficientes para una escudería con su palmarés y trayectoria. Las pocas promesas de mejoría, progreso y evolución se quedaron en nada, y es esto lo que hace que volvamos a dudar de que los cantos de sirena que ya escuchamos de cara a 2016 sean creíbles.
Pero ante la lógica y justificada desconfianza que genera el proyecto británico y japonés a corto plazo, también se pueden encontrar motivos para pensar que pueden ser competitivos en un espacio de tiempo razonable. Aunque se reme con el viento a favor y el dominio sea aplastante, como es el caso de Mercedes, siempre surgen problemas, informaciones interesadas o malintencionadas, y muchos rumores... así que imaginemos el calvario que han vivido todos en McLaren. Desde Ron Dennis hasta el mecánico con menos responsabilidad, todos han sufrido una temporada de locos en la que sus pilotos, los más expuestos, han sentido de todo: enfado, esperanza, ironía, apatía... Alonso y Button no han tenido más remedio que afrontar un 2015 con un monoplaza muy alejado del ritmo y la fiabilidad de los favoritos e, incluso, de la parte media-baja de la parrilla.
Por eso, hay que eliminar tanto ruido y centrarse en los pocos datos objetivos que podemos obtener gracias a lo ocurrido, las predicciones de futuro y la experiencia de otras ocasiones. McLaren ha finalizado 9ª con 27 puntos en 2015. Honda ocupó esa misma plaza en 2008 con 14 (38 según el actual sistema de puntuación). En 2009, las cenizas del equipo nipón rebautizado como Brawn GP, arrasaron. Lo cierto es que "milagros" como ese no se dan mucho en F1, pero sirven para que un equipo con aspiraciones de mejorar coja confianza. Mucho tendría que pasar para que se diese el mismo caso pero, quizá, la mala experiencia de 2015 les haga ser mucho más comedidos en sus predicciones para 2016.


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