Mañana veremos cambios en las posiciones respecto a la parrilla de salida que se ha conformado hoy, pero no esperemos que su hundan los
Mercedes ni que los
Ferrari hagan la remontada de su vida.
Hamilton sólo ha tenido a su compañero como rival, y vuelven a copar la primera fila. Si
Rosberg protege la posición a Lewis, o viceversa, pueden estar en disposición de conseguir la victoria, porque sólo tienen que preocuparse de
Red Bull. El ritmo del equipo austriaco es mejor que el de los alemanes (y eso que no han aprendido "nada" con sus 1.000 kilómetros extra de pruebas, ejem...), pero si estos últimos consiguen contenerlos podrán poner en aprietos a
Vettel y
Webber. A un mundo de los 4 de cabeza está el resto, y ya no nos sorprende que el 5º en parrilla mañana sea
Di Resta (aunque por no dar el peso mínimo saldrá último)
, 7º su compañero
Sutil (saldrá 6º) y en medio de ambos se cuele
Ricciardo (5º en parrilla). Tras ellos están los
Lotus, y tenemos que echar la vista hacia atrás, hasta la 10ª posición (saldrá 9º) para ver al primer
Ferrari.

Sé que no siempre tengo que apostar al rojo, pero me gustaría hacerlo algún día más.
Alonso se ha pegado con el coche durante todo el fin de semana y ha sufrido para entrar en la Q3, pero su equipo ha cometido un error más: cuando pensaba que habían asimilado que no podían luchar por posiciones punteras al montar los neumáticos duros en el coche del español van y le sacan a pista con los intermedios... para quedarse en la misma posición. ¿Acaso no pensaron que podía haber optado por una estrategia diferente con los duros? Pues creo que no. Si así piensan recortar la distancia con Vettel van listos. Y lo más preocupante es escuchar a Alonso decir que no funcionan las piezas nuevas: vuelvo a pensar en aquel 2011, en aquel túnel de viento que "engañaba" con sus resultados y me entra pánico. Con tanto hablar de
Pirelli, de fichajes y despedidas, y de si Italia juega con España al fútbol parece que se les ha olvidado trabajar. Pensé que este año podrían optar al título, pero si el camino que ha tomado Ferrari es el que ha demostrado hoy en
Silverstone, que se vayan olvidando de celebraciones.
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