Previa Hungría 2019: ¿Qué ocurrió en 2018?

Que la 'pole' de Hungaroring es tan importante como la de Mónaco es evidente. Y esa es la baza que aprovechó Hamilton, que la consiguió como caída del cielo, nunca mejor dicho. La lluvia que fue yendo a más durante la clasificación del Gp de Hungría de F1 de 2018 igualó mucho las posibilidades, incluso benefició a unos Mercedes más cómodos con pista fría. Los dos coches germanos copaban la primera línea bajo un diluvio que gestionaron mejor que unos Ferrari que lo hicieron todo bien excepto en el momento de pelear por la primera posición. Lewis saldría el domingo con Bottas Kimi separándole de un Vettel obligado a remontar para, por lo menos, inquietar al británico.

El primer momento crítico que salvó Hamilton fue la salida. Los de Maranello no salían del todo bien y los Mercedes conservaban con facilidad sus posiciones. Después salvarían una estrategia diferente con Kimi a dos paradas y Vettel a contracorriente, con la ayuda de unos mecánicos que tuvieron dos malas paradas con ambos y condenaron al germano a salir detrás de Bottas y a no poder pelear por la victoria. Mientras tanto, detrás, Verstappen se unía al cuarteto de cabeza con una buena salida en la que se quitaba a Gasly y una frenada en la que destrozaba una buena arrancada de un Sainz que repetía su mejor posición de salida. El madrileño perdía posición con ambos y también con un Magnussen que aprovechaba ese lío y los que había por detrás. La zona de puntos parecía quedar muy decidida pero ni mucho menos sería así.

Y no lo sería porque algunos arriesgaron con la estrategia y otros fueron demasiado conservadores. Eso modificó la zona media y también la alta. De ella se cayó muy rápido un Verstappen que le dedicó un buen numero de insultos al propulsor Renault de su Red Bull. Su quinta posición iba a ser el objetivo de su compañero. Ricciardo salió 12º, y lo hizo mal: pasó 16º en la primera vuelta tras verse arrinconado en la primera curva. El australiano volvió a demostrar que es el mejor "adelantador" de toda la parrilla hasta acabar cuarto. Daniel superó a Bottas en el último giro después de que el finlandés ya hubiera pecado de exceso de celo para evitar que los Ferrari le superaran. Con Vettel compartió culpa al tener ambos demasiada confianza en sus posiciones en pista pero con Ricciardo... Valtteri se fue sancionado de Hungría aunque el castigo fue corto porque el australiano acabó superándole, algo que no debería contar ante una maniobra tan fea como la que protagonizó el de Mercedes con un coche tocado de su anterior choque y unas ruedas agotadas.

Bottas fue el ejemplo del sufrimiento de los "conservadores". Por detrás, el otro ejemplo fue Sainz. El español salía quinto y perdió su ventaja en la salida, sí, pero pudo haber recuperado algo con un estrategia adecuada..., pero de eso en Renault no iban muy finos. Primero metieron a Hulkenberg antes de tiempo cuando tenía la zona de puntos en su mano; y después lo hicieron con el madrileño cuando estaba en disposición de ser séptimo y pelear por la sexta posición. Ambos salieron con los neumáticos blandos y los cambiaron por los medios (los más duros para esta cita) antes de que otros quitaran los ultrablandos iniciales por los blandos o los medios. Una pena para un Sainz que seguía reivindicándose como un valor de futuro en la F1 aunque en Renault se dedicaran a especular con su puesto (y finalmente quitárselo).

La otra cara de la moneda fue la de McLaren. Tras un sábado decepcionante, Alonso salió con calma y durante un buen número de vueltas conservó neumáticos escoltado por un Vandoorne que si arrancó bien. Ambos fueron progresando mientras sus rivales iban pasando por 'boxes' y se quedaban parados entre el tráfico y muy perjudicados al tener que dejar pasar a una cabeza de carrera poco compactada. El belga se quedó sin premio tras un nuevo fallo en la caja de cambios del MCL33 pero el asturiano sí que sumó otros cuatro puntos que no evitaban que perdiera otra posición más en la clasificación mundial aunque permitía a su equipo acercarse a unos Force India que vivieron un calvario dentro y fuera de la pista con el concurso de acreedores en el que ya estaban inmersos.

Mejor balance se llevó Haas, que se acercaba a Renault. Sus dos pilotos puntuaron en una cita en la que el único piloto de esa amplia clase media de la parrilla que no acabó doblado por Hamilton fue un Toro Rosso. La cita húngara no se les da mal a los de Faenza y el sexto puesto de Gasly así lo demostraba. Él y Hartley se colaron con rotundidad en la Q3 pero fue el francés el que aprovechó mejor la oportunidad ya que el neozelandés sufrió entre el tráfico y se quedó sin puntuar. Un buen fin de semana para ellos con ritmo y fiabilidad que seguro que cargaba de ánimos a Red Bull para un 2019 en el que comparten el motor Honda con un "equipo B" que puntuaba por segundo GP consecutivo y sacaba algo de ventaja a unos Sauber-Alfa Romeo que firmaron un fin de semana para olvidar, con Leclerc fuera a las primeras de cambio y Ericsson en todos los líos, aunque hasta así finalizó por delante de unos Williams que tenían imposible evitar ser el peor equipo de 2018.

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