Previa Brasil 2019: ¿Qué ocurrió en 2018?

Aunque el hombre de la 'pole' y posterior victoria fue Hamilton lo cierto es que viendo lo ocurrido fue más demérito de otros que mérito propio, y eso que el británico no bajó su nivel después de convertirse en pentacampeón. El sábado fue Ferrari quien, intentando hacer lo contrario, eligió el neumático equivocado para comenzar el domingo.





Pero lo mejor estaba por llegar. Los otros rivales, los Red Bull, se iban a descartar en etapas. Ricciardo sufría la enésima avería del año y le condenaba a salir muy atrás. Quedaba Verstappen para luchar por la victoria en un circuito que se nota que le encanta. El holandés cumplió con las expectativas desde la salida hasta ponerse por delante de Hamilton. Comenzaba a construir una cómoda ventaja cuando ocurrió lo que nunca debe ocurrir: que el exceso de ego y la estupidez se antepongan al respeto y la cordura.

Ocon, con vuelta perdida, decidió superar a Max. Hasta ahí todo bien si no fuera porque el intento del francés quizá fuera demasiado arriesgado. Fuera más o menos osado el francés, lo cierto es que no está prohibido realizar esa maniobra. El de Racing Point tenía la suficiente velocidad para intentarlo y lo consiguió pero lo que el galo tuvo de arriesgado el holandés lo tuvo de estúpido, irreflexivo y (porque no decirlo) chulo de mala pata.

El principal beneficiado de la maniobra fue el que mejor lo resumió al decirle a Verstappen que él tenía mucho más que perder cuando protegió su posición que Esteban al intentar ganarla. Y sí, Hamilton tiene toda la razón. Él único pecado del francés fue arriesgar e intentar ir rápido y, claro, demostrar a Mercedes que sabía incordiar a los rivales de su posible compañero. Pero los pecados de Max fueron múltiples y estúpidos, y los multiplicó cuando se comportó como un macarra al reprochar a empujones el movimiento de Esteban. Lo dicho, todo lo que tiene de talento lo estropea con estupidez.

Con tanto ajetreo por delante uno casi se olvida de lo que hubo por atrás. Kimi mantuvo las opciones de Ferrari y sumó su 12º podio del año; Ricciardo remontó pero pagó el precio de salir demasiado atrás; Bottas estuvo a años luz del rendimiento de su compañero; y Vettel volvió a llenar de argumentos a los que piden a gritos que su puesto en Ferrari sea para otro piloto, y es que su compañero en 2018, Leclerc, acabó a 17 segundos de él con un Sauber. Tras él, la pelea por lo puntos acabó con los dos Haas Pérez en esa zona.

El resto poco pudieron hacer por llegar a ese 'top 10'. Ni Sainz ni Alonso tuvieron opciones. Ambos lo intentaron con dos buenas actuaciones en las que sus herramientas no estaban a la altura. El Renault no estaba viviendo una buena segunda parte de la temporada y aún peor era la de McLaren con un rendimiento tan pésimo como previsible. Seguro que el madrileño ya se fijaba en su futuro equipo y esperaba que los pobres resultados de los de Woking fueran un síntoma de que estaban trabajando duro en hacer un coche medianamente competitivo a partir de 2019.

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