
En el primero de ellos, disputado el 2 de octubre de 1948, fue dominado por dos italianos en un coche italiano. Luigi Villoresi se impuso a su compatriota Alberto Ascari a los mandos de sendos Maserati. Por aquel entonces la pista aprovechaba casi por completo las dos largas pista del autódromo, siendo aquella la única ocasión que se disputó con esta configuración. Entonces fueron 65 vueltas a una pista de casi 6 kilómetros (curiosamente, una longitud muy similar a la que tiene desde la última reforma del trazado en 2010).
En 1949 volvió a ganar un Maserati, pero esta vez de un equipo privado y con un piloto suizo: Emmanuel de Graffenried. Ni él, ni Villoresi repitieron victoria cuando Silverstone comenzó a acoger el campeonato de F1.
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