Las primeras vueltas fueron una demostración de que en 2006 la unión de Renault, Michelín y Alonso con la pista mojada era imbatible. Es todo un espectáculo ver como el asturiano gana 9 posiciones en la primera vuelta, y en el quinto giro ya está en el podio. Un inicio de carrera que tiene un momento para enmarcar: el adelantamiento que el español hace a un Schumacher que, obsesionado por cerrarle todas las puertas, ve como es superado por el exterior... toda una jugada maestra.
En la vuelta 18, Alonso ya era líder destacado de la carrera, y sólo otros equipos punteros con Michelín podían seguir su ritmo. Räikkönen destrozaba sus opciones contra Liuzzi, con De la Rosa como testigo del absurdo choque. Button estaba al quite con su BAR Honda y aprovechaba la entrada del coche de seguridad para colocarse tras el de Renault. La ventaja del asturiano se desvanecía, pero poco a poco volvía a marcar un ritmo inalcanzable. Era la hora de montar neumáticos de seco, y llegó el primer episodio de la maldición con las tuercas del equipo Renault en Hungría. Alonso salía con una sin ajustar y a los pocos giros tenía que abandonar. En esta ocasión dejaban escapar una victoria que hubiese supuesto un gran paso para conseguir el título con 10 puntos más de ventaja sobre Schumacher. Muchos recuerdan que Alonso ganó ese mundial gracias al abandono del alemán en Japón, pero no piensan que lo pudo perder por una tuerca mal apretada.
Pero volviendo a las jugadas maestras, ese 6 de agosto de 2006 vimos otras tres grandes actuaciones: dos que si tuvieron premio, y otra que se quedó sin él. Kubica firmó una gran actuación en la que nos mostraba sus grandes dotes para el pilotaje pero se fue sin puntos por una sanción. Pero Button si que obtuvo recompensa con su primera victoria, y es que desde entonces se ha confirmado como un gran especialista en carreras locas; y Pedro, con su único podio después de mantener a raya a muchos competidores y después de desquiciar a Schumacher en las últimas vueltas. Ese GP de Hungría en 2006 es y será una de las mejores carreras de este siglo por la lucha, los incidentes y el resultado: tuvo errores, incluso se cometieron estupideces, pero las jugadas maestras ganaron la partida.
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